Situada entre Francia e Italia, la isla de Córcega parece pertenecer a dos naciones a la vez, ya que se menciona en el mapa de playas de Francia. En Porto-Vecchio, en la costa meridional frente a Italia y el mar Tirreno, visite la playa de Palombaggia para disfrutar de sus aguas claras y brillantes, su arena sin rocas y su suave brisa vespertina. Situada a lo largo de la Costa de Alabastro de Francia, la playa de guijarros de Étretat es popular entre los navegantes y los surfistas. Pero la mayoría de los visitantes acuden a este tramo de costa de la Alta Normandía por una razón: Los famosos acantilados de tiza y las formaciones rocosas arqueadas. A mitad de camino entre Cannes y Niza, Antibes alberga una península que se adentra en el mar, lo que maximiza la cantidad de playas cálidas, arenosas y fáciles de recorrer.

 

La península de Saint-Jean-Cap-Ferrat, cerca de Niza, es un patio de recreo para las élites europeas: hay una finca de los Rothschild con amplios jardines y una playa que lleva el nombre de Paloma Picasso, hija del artista Pablo. Aunque está a sólo ocho kilómetros de la costa del sur de Francia, la isla de Porquerolles parece mucho más lejana. Toda la isla está libre de coches, lo que confiere a todas sus playas un aire relajado e informal, perfecto para llevar un picnic y montar en bicicleta. Parada imprescindible en cualquier viaje por carretera a Bretaña, Cap Coz cuenta con una serie de pequeñas playas que nunca están abarrotadas, como puede ver en el mapa de playas de Francia. Comience a caminar por el sendero de la península a lo largo de la Riviera Bretona, y verá fácilmente toda la costa rocosa, completa con bahías protegidas ideales para nadar por la tarde.